Teoría de la tragedia: partes de la tragedia

La tragedia queda definida por Aristóteles en su Poética como el medio de imitación que utiliza la palabra, el ritmo y el canto, por el objeto de imitación (una acción esforzada y completa de cierta amplitud) y el modo de imitación (actuando lo personajes y no por el relato, es decir, por mimesis y no diegesis). Su efecto específico es la catarsis (alteración del ánimo) que mediante la compasión y el temor lleva a la purgación de tales afecciones.

1. Partes de la tragedia.

            Las considera tanto desde el punto de vista cuantitativo como desde el cualitativo.

            Desde el punto de vista cuantitativo, la tragedia se compone de:

            - prólogo: que precede a la entada del coro; en él se expone el asunto y se presenta a los principales actores

             - párodos: entrada del coro por la derecha, por un pasillo que precisamente se llamaba así.

            - episodios: los actos propiamente dichos que tienen lugar entre los cantos corales.

            - estásimos: hay tantos como episodios, son los cantos del coro.

            - éxodo: que daba final a la tragedia. generalmente la obra terminaba bien con la intervención de un personaje divino, bien con un acto de violencia que tenía lugar fuera de escena.

            El coro se redujo en número de componentes con Eurípides. Solían ser unos quince hombres que representaban a la asamblea del pueblo. Aunque podían dialogar con los personajes, no intervenían en la acción, y su cantor principal era llamado corifeo. Forma parte del conjunto y se integra en la totalidad estructural.

            Desde el punto de vista cualitativo, las partes eran la fábula (de destacada importancia por ser la parte primera y esencial a la que supedita el resto), los caracteres o personajes, la elocución (expresión mediante las palabras), el pensamiento (que se muestra mediante la acción de los personajes), el espectáculo y la melopeya (cantos y ritmo).  Los dos últimos no eran más que aderezos o partes de segundo orden propias de la representación. La tragedia debía lograr la catarsis mediante su lectura, sin necesidad de esos adornos.