sábado, 7 de mayo de 2011

Teoría de la tragedia: las tres unidades

5. Fundamento de la teoría de las tres unidades

-       Unidad de acción: de las tres unidades que los tratadistas del Renacimiento y el Neoclasicismo sentaron como preceptivas para el teatro, Aristóteles establece en la Poética sólo la de acción, y precisa que no ha de confundirse con la unidad de personaje principal, pues a un solo hombre pueden acaecer diversas cosas no relacionadas entre sí forzosamente o por necesidad. La unidad de acción supone, pues, la necesidad de todas y cada una de las partes de la fábula e implica el rechazo de las que están configuradas cini nera sucesión de episodios no enlazados entre sí de un modo forzoso y verosímil

-       Aristóteles no establece la unidad de tiempo, únicamente señala, al comparar la tragedia y la epopeya, que ésta es ilimitada en el tiempo y suele tener una extensión mayor, mientras que aquella procura reducir su acción a una revolución solar. Esta observación serviría a los comentaristas para la formulación de la unidad de tiempo. La condensación temporal eleva al drama a unas cotas de intensidad que es imposible alcanzar a través de una sucesión episódica o con unos márgenes temporales más amplios, ya que lo trágico implica una acción límite, una elección en una situación de riesgo profundo.

-       De la unidad de lugar Aristóteles no dice nada, pero algunos comentaristas del Renacimiento justifican su formulación basándose en la observación de Aristóteles, al establecer las diferencias entre tragedia y epopeya, donde dice que en la tragedia no es posible imitar varias partes de la acción como desarrollándose al mismo tiempo, sino tan sólo la parte que los actores representan en escena. Nada impide, sin embargo, representar sucesivamente acontecimientos sucedidos en lugares diferentes, de modo que el postulado de la unidad de lugar a partir de la Poética resulta improcedente. La preceptiva clásica entendió que la unidad de lugar podía derivarse de las de acción y tiempo, y era, en cualquier caso, una exigencia de la verosimilitud.

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